Hace 60 años, un 12 de agosto de 1961, el Real Betis Balompié iba a culminar un sueño largamente anhelado desde que el 16 de julio de 1936, el Ayuntamiento de Sevilla le arrendara el Estadio de la Exposición, aunque ya sabemos que por las circunstancias trágicas de la Guerra Civil, no pudo hacerse uso de él hasta la temporada 1939-1940. Desde entonces, el Estadio fue escenario de venturosos y amargos acontecimientos, pues durante ese tiempo sufrió los peores años de su historia (1947-1954), viendo algo de luz con el ascenso a Segunda División en 1954 y por fin en 1958 su vuelta a la Primera División en la que siempre debió estar.
El artífice de la subida a esta categoría fue Don Benito Villamarín Prieto, gallego de nacimiento pero bético de corazón y sentimiento, probablemente, el presidente más querido y respetado de todos los que han regido nuestro Club y que nos dejó a edad temprana de 49 años, con una sensación de orfandad públicamente reconocida por todos los que le conocieron y trataron por su valía personal y profesional.

 

Desde su llegada a la Presidencia en la temporada 1955-1956, Villamarín siempre albergó la idea de comprar el Estadio de Heliópolis, y tal como había ocurrido con el Contrato de Arrendamiento (los protagonistas fueron D. Antonio Moreno Sevillano y D. Manuel Alonso Cueli), en esta ocasión, Villamarín afortunadamente iba a contar con un gran bético para llevar a cabo gestiones ante el Ayuntamiento. Esa persona fue D. Alfonso Jaramillo González, concejal de la Corporación Municipal, a quien los béticos le debemos un eterno agradecimiento por habernos facilitado tanta información al ser testigo directo de la práctica totalidad de la vida centenaria del Club

 

Él mismo nos ha contado infinidad de veces cuál fue su perspicaz actuación: proponer en un Pleno Municipal que el presidente del Real Betis Balompié tenía la intención de comprar el Estadio de Heliópolis, interviniendo en dicha Sesión para que optara a la compra únicamente el Club que en ese momento careciera de Estadio propio y que estuviera en Primera División.
El 27 de agosto de 1960, el alcalde D. Mariano Pérez de Ayala elevó al Pleno del Ayuntamiento la propuesta de enajenar el edificio denominado Estadio Municipal, con una superficie de 34.950 m2, así como señalar su precio de licitación en 14.036.550 pesetas (84.361 euros de hoy). Por su parte, el 3 de septiembre de 1960, la Junta General de Socios del Real Betis Balompié acordó facultar a D. Benito Villamarín para efectuar en nombre del Club la compra del Estadio Municipal al Ayuntamiento
de Sevilla. El 19 de septiembre de ese mismo año, se celebró una sesión extraordinaria en la que con un solo voto en contra, se aprobaba la enajenación del Estadio.

 

En el Pliego de Condiciones Económico-Administrativas, se establece que la forma de enajenación será mediante subasta, publicándose en el Boletín Oficial de la Provincia ( 29/10/1960) y en el Boletín Oficial del Estado ( 2/11/1960), así como en la prensa local y celebrándose la subasta el 26 de noviembre de 1960, sin que se presentara ninguna licitación, excepto la suscrita por Don Benito Villamarín, en nombre del Real Betis Balompié, acordándose la adjudicación definitiva del Estadio en el Pleno del Ayuntamiento de 2 de diciembre de 1960. El 11 de agosto de 1961, D. Benito Villamarín, entregó en la Depositaría del Ayuntamiento las 14.036.550 pesetas de la adjudicación.

 

Un día después, el 12 de agosto, se firma la escritura de compra ante el Notario D. Antonio Miguel Cubero de la Rosa, compareciendo por parte del Ayuntamiento de Sevilla, su alcalde D. Mariano Pérez de Ayala y en nombre de la Sociedad Deportiva Real Betis Balompié D. Benito Villamarín Prieto. Es importante señalar que en la primera de las estipulaciones de la escritura, figura que el Estadio se llamaría ESTADIO BENITO VILLAMARÍN. La firma de la escritura se llevó a cabo en el propio Estadio, en presencia del cardenal D.José Mª Bueno Monreal, celebrándose a continuación un partido entre el Real Betis Balompié y la Fiorentina, haciendo el saque de honor el Conde de Halcón, exalcalde de la ciudad. El Betis ganó por 3-2.

 

En el acto de ese día Villamarín, leyó un memorable discurso algunos de cuyos párrafos transcribo y que merecen ser recordados: “Hoy es un día glorioso y grande en esta larga y hermosa historia del Real Betis Balompié. Y como ocurre siempre ante las grandes cosas, apenas necesitan palabras para proclamarla. Un notario del Ilustre Colegio de Sevilla- Don Antonio Cubero – ha dado fe pública, en presencia de todos vosotros, de la realización de un sueño bético, de un viejo ideal acariciado por la Sociedad, y que tuvimos el placer de hacer nuestro, cuando hace seis años nos confiasteis – como carga y honor – la presidencia del Club. Hoy el sueño es realidad, hoy Heliópolis es ya Estadio del Betis y podéis permitiros el capricho, no querido ni pedido por mí, sino otorgado por vosotros con una generosidad que nunca agradeceré bastante, de cambiarle de nombre y de darle el de vuestro Presidente, porque en definitiva, el Presidente es la verdadera personificación de un Club tan popular y tan famoso como el nuestro”.
“Pero como todos los días grandes, también tenemos que proclamar que el camino no está del todo recorrido. Ya tenemos el campo, ahora hay que acabarlo, cerrándolo y haciendo de él el Estadio que el Betis, nuestro Real Betis Balompié merece. Y esto se hará. Lo prometo en nombre de todos vosotros. Doy la palabra. Palabra de bético, que vosotros, en mí sabéis lo que es. VIVA EL BETIS”.
Creo que ante la lectura de estas últimas palabras, sobran los comentarios, desde Gol Sur 1907 decir que D. Benito Villamarín cumplió su promesa y que para nosotros, los béticos, sigue siendo hoy un ejemplo a seguir.