Hace unos días nos dejó Rafael González Serna, más conocido como Rafa Serna, tras luchar contra una larga enfermedad. Como gran bético, nunca se rindió y mantuvo el buen ánimo hasta el último aliento. Confiaba en su Betis, al que amaba con locura y que con su familia y sus creencias religiosas le daban un sentido completo a su vida.

Sevillano de la Cuesta del Rosario, pocos como él le han demostrado un amor tan incondicional a nuestra ciudad, vertiendo su arte no sólo como cantante sino también como compositor, Pregonero de la Semana Santa e incluso como Rey Baltasar, disfrutando de las miradas de ilusión de nuestros niños.

Y precisamente ilusión es lo que Rafa nos trajo a los que tuvimos la suerte de trabajar en nuestro Centenario, así como a todo el Beticismo. Ilusión por salir de la oscuridad y seguir siendo lo que siempre habíamos sido, béticos orgullosos de ser del Betis, porque el Betis es nuestra vida. Encontrarte a Rafa por la tienda del Centenario, en un acto, en la oficina… era compartir su alegría y su tremendo orgullo por ser “el cantante del Centenario”. Su himno nos devolvió la fuerza necesaria para aguantar tiempos difíciles y mirar hacia delante, Manquepierda y Mucho Betis, todos juntos para un futuro mejor.

Durante estos últimos años, ha demostrado valores que son consustanciales al propio Betis. Humildad para aceptar los envites de la vida, fe inquebrantable en sus posibilidades, sacrificio, constancia, trabajo, clase para seguir adelante vengan como vengan dadas, lucha hasta el final… Un ejemplo para todos los que lo hemos conocido.

Siempre lo recordaremos como él se merece, con el arte que le sobra y con la gente que le quiere… Ahí estará, siempre al Final de la Palmera, con su abono eterno en el Cuarto Anillo junto a su querido Antonio Roales, disfrutando del Betis.

Antonio Cueto (Amigos del Centenario)